domingo, 6 de julio de 2008

COMENTARI DIUMENGE XIV

EL ASNO Y LOS CABALLOS
Domingo 14ª del Tiempo Ordinario6 de julio de 2008
En las imágenes de muchos pueblos, el asno representa el trabajo humilde y perseverante, mientras que el caballo evoca el poder y las guerras. El asno recuerda la construcción y la convivencia mientras que el caballo, evoca la destrucción y la violencia. El profeta Zacarías anuncia a Sión la llegada de su rey. Llega justo y modesto, cabalgando en un asno. Pero en su aparente debilidad acaba con los carros de Efraím y los caballos de Jerusalén. Rompe los arcos de guerra y dicta la paz a las naciones (Zac 9, 9-10). Muchas eran las imágenes que el pueblo de Israel se formaba del Mesías esperado. Las reivindicaciones nacionalistas apoyaban la imagen de un guerrero valeroso que pudiera traer a su pueblo el desquite contra sus enemigos. Los pobres y los místicos se identificaban de buena gana con la imagen de un Mesías humilde y pacífico, que viniera a revelar a todos los pueblos la imagen de un Dios misericordioso y clemente. Al fin, ésta es la imagen que el mismo Dios parece escoger.
EL RETRATO DE JESÚS
Aquellas intuiciones de Israel fueron integradas en la experiencia y la reflexión de las comunidades cristianas. El texto evangélico que se proclama en este domingo 14º del tiempo ordinario ofrece un precioso retrato del Mesías Jesús (Mt 11, 25-30). En realidad contiene una oración, una revelación y una invitación. - La oración se ha llamado a veces el "Magníficat" de Jesús. Al igual que hiciera María de Nazaret, también Jesús da gracias al Padre por haber fijado su mirada en la gente más sencilla para revelarles su sabiduría más profunda. - En un segundo momento, Jesús nos revela la íntima relación que lo mantiene unido con el Padre celestial. Uno y otros se conocen en la intimidad. Y Jesús se sabe enviado para revelar a los hombres ese conocimiento de Dios. - En un tercer tiempo, Jesús se dirige a todos los cansados y agobiados de este mundo. Ni los ignora ni los rechaza. Los invita para que se acerquen confiadamente a Él y para que encuentren alivio y consuelo en Él. Es difícil alcanzar tanta profundidad en tan pocas palabras como las que contiene este texto evangélico. En él se habla de Dios, de Jesús y del ser humano. Y se habla en el tono de las revelaciones que tocan el fondo del misterio.
EL VERDADERO SÁBADO
"Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y encontraréis vuestro descanso". Sobre esa frase de Jesús se apoyan los tres puntos que componen el mensaje evangélico que hoy se proclama:
  • "Aprended de mí". Jesús se presenta como Maestro, que ha conocido al Padre y está dispuesto a revelar a los hombres su misterio. El aprendizaje que propone es fundamental para la vida y felicidad de los que le siguen.
  • "Yo soy manso y humilde de corazón". Jesús se presenta como el Mesías humilde que comparte el espíritu y la vida de los pobres del Señor. Él es el rey justo y modesto que Sión esperaba ver llegar un día cabalgando sobre un asno.
  • "[En mí] encontraréis vuestro descanso". Jesús se presenta como una de las instituciones más sagradas de su pueblo. Él es la definitiva encarnación del santo sábado, en el que su pueblo descansa, alaba a su Dios y agradece la liberación. - Señor Jesús, enviado por el Padre, a ti acudimos con nuestras fatigas y cansancios y de ti recibimos el aliento necesario para seguirte por el camino.
Bendito seas, Señor. Amén.

DIUMENGE XIV


Evangeli Mt 11:25-30
Soc benèvol i humil de cor

Lectura de l’evangeli segons sant Mateu
En aquell temps, Jesús digué: «Us enalteixo, Pare, Senyor del cel i de la terra, perquè heu revelat als senzills tot això, que heu amagat als savis i als entesos. Sí, Pare, així us ha plagut a vós. El Pare ho ha posat tot a les meves mans; fora del Pare, ningú no coneix veritablement el Fill; igualment ningú no coneix veritablement el Pare, fora del Fill i d’aquells a qui el Fill el vol revelar.
Veniu a i tots els qui esteu cansats i afeixugats; jo us faré reposar. Accepteu el meu jou, feu-vos deixebles meus, que jo sóc benèvol i humil de cor, i trobareu el repòs que tant desitjàveu, perquè el meu jou és suau, i la meva càrrega lleugera».